Te soñe, como una dulce realidad, que nunca sera.
Te soñe, tierna y fragil, perfecta; tu hermoso perfume era una densa neblina de olores calidos, tan frescos como el invierno, ardientes como el verano.
También estaba yo ahí, soñe aquel sueño que construimos, le dimos vida, lo anhelamos, mas nunca lo habitamos. Aquel sueño utópico que cuando más nos necesito lo dejamos morir, y lo poco que quedo lo desgarramos con nuestras propias manos y palabras, lo pulverizamos con odio y culpa.
Esta vez fue un sueño neutro, no eras un reflejo bueno ni uno malo, trascendías todas aquellas descripciones, no se alejaba de la realidad, aunque yo se que no fue real. Solo se que el amor traspasaba lo físico y lo mental; Y aunque la vida ayer y hoy nos juegue mal, tan siquiera en aquel sueño nos pudimos amar.
Te soñe, tierna y fragil, perfecta; tu hermoso perfume era una densa neblina de olores calidos, tan frescos como el invierno, ardientes como el verano.
También estaba yo ahí, soñe aquel sueño que construimos, le dimos vida, lo anhelamos, mas nunca lo habitamos. Aquel sueño utópico que cuando más nos necesito lo dejamos morir, y lo poco que quedo lo desgarramos con nuestras propias manos y palabras, lo pulverizamos con odio y culpa.
Esta vez fue un sueño neutro, no eras un reflejo bueno ni uno malo, trascendías todas aquellas descripciones, no se alejaba de la realidad, aunque yo se que no fue real. Solo se que el amor traspasaba lo físico y lo mental; Y aunque la vida ayer y hoy nos juegue mal, tan siquiera en aquel sueño nos pudimos amar.
