Tristeza, añoranza y recuerdos.

Fue un amor momentaneo, ni siquiera de verano, tan solo duro un dia, unas horas junto a mi.

Su nombre... es lo de menos, era ella una chica, bastante hermosa, era muy agradable, con clase y con esa sonrisa que te hipnotiza.

Transcurrieron las primeras horas de conocerla sin siquiera una mirada, solo una curiosidad interna, que fue en mi generada.

Y al cambiar de un lugar a otro, la cosa fue un poco mas amena, fue una relacion sincera, amistosa y espontanea.

Tan genial era esta chica,
o tan idiota era yo;
me perdi en su mirada,
en sus labios y su olor.

Fue un dia, unos segundos,
unas horas y un latir,
pero se que en armonia,
lo que ella, yo lo senti.

Tanto amo a las mujeres,
que despues he de sufrir,
al tener que alejarme
y besar al despedir.

Pero ese amor fue algo,
que me hizo despertar,
me hizo ver que lo hermoso
se puede llegar a encontrar.

Y si alguna vez lee esto ya sabra lo que senti
pues al verme y despedirse era un espejo...
yo en ella y ella en mi.

No es probable volverla a ver,
ya en todo la busque,
y en esta noche fria
la recuerdo en este papel.

Yo te juro amada mia, nunca te olvidare, en un breve instante fuiste todo y luego nada otra vez.
Y al llorar de soledad; una, dos... quizas mas lagrimas... seran por ti.

El castillo y el abismo, la mente y el silencio.

Cuando mi mente compienza a gritar; los ecos suenan en las grandes salas , sin poder salir de las puertas del castillo...
El castillo de la mente.

Es entonces cuando comienzo a escribir,
sintiendome bien, frio, vil,
la realidad resalta del espejo,
dejando al mundo ya sin mi reflejo.

Es cuando todo comienza a sonar...
como el breve sonido de la eternidad,
es cuando al fin ya puedo dormir.
Aunque sea un momento ha parado el dolor.

Y sumerjo mis ideas en la humedad de mis ojos, y las escribo con la tinta del dolor, y volteo la mirada para observar, mis ideas plasmadas en la nada.

Esas mismas ideas que tu: muchedumbre, sociedad, persona, individuo; desprecias, criticas sin saber el significado de las mismas, y al final, ya rendidas, se dejan caer...
En el abismo del silencio.

Hoy

Cuando la vida misma,
ahoga la llama de mi ser;
y la brisa , soledad, humedece toda mi piel,
Ya ni el mismo infierno, me puede volver a encender.

Y los caminos largos, ampollan ya mis pies,
a un paso cansado, camino sin saber,
que en verdad me he perdido en el camino del ayer;
que en verdad he perdido, el camino que fije.

Cuando sonrio invertido,
y he perdido mi saber,
se humedecen mis ojos,
bajo un mudo gemido...

... y entonces me percato de lo duro que esto es:

Perdido estoy,
solo tambien,
¡Oh dios!
deseo que sea ayer.