La amé, es cierto.
La amé como a muchas, pero también, como a ninguna.
Algunas he amado como a ninguna, aun así, no se comparan.
A veces la recuerdo, melancólico, triste, y unas cuantas veces, al estar feliz la evoco.
La evoco con mis sentidos, me ayudo de mi dudosa memoria, quizá tan solo evoco mis deseos.
Pero, si la vieran;
Si la vieran como yo la veo, si la percibieran, la abrazaran y la olieran;
Si sintieran su gélido tacto, si su voz hiciera eco en su mente, si... si...
... si se fuera... como brisa entre sus dedos.
si, si ella simplemente se esfumara.
... si supieran, ¡Ay!... si supieran.
No tiene caso, es inútil, pues no entenderían.
Y como muchos, llenarían tu espacio con vicios, con amigos, con alguien más,
lo llenarían con una felicidad o alguna puta que se asemeje a ella, yo no.
Ya me cansé de prostituir mi felicidad, de inventarla y estarla cambiando cuando me doy cuenta cuan vacía esta, por eso hoy me he sentado a recordarte, a sentirte y añorarte;
Hoy me he sentado a sentirme feliz, con tu recuerdo y mi melancolía.
Me gusta mucho como escribes. A veces el silencio no es lo que parece y a veces es peor cuando hablas o dices algo. Las palabras son fuertes y dicen muchas cosas, por eso, hay cosas que prefiero decir en persona.
ResponderEliminarTe Quiero